Tratamiento en lesiones medulares
De forma general, al tratar tetraplejias, paraplejias, síndrome de cola de caballo y lesión a nivel del cono, buscaremos trabajar la respiración, mantener el rango articular en todas las articulaciones, evitar el movimiento de la columna inestable ya que podríamos producir más daño, mantener y fortalecer la musculatura total o parcialmente inervada, evitar desequilibrios, espasticidad o hipoestesia y cuidar la función intestinal.
TETRAPLEJIA Y PARAPLEJIA
Tratamiento en cama
Tratamiento postural.
Tratamiento del foco de fractura (método conservador, reducción). En parapléjicos se pone una almohada bajo el foco de la fractura mientras que en tetrapléjicos se pone un rodillo en la nuca después de quitar el compás de tracción
Evitar formación de úlceras por presión (cambios posturales).
Evitar retracciones y deformidades.
El tratamiento postural en parapléjicos estará enfocado a los miembros inferiores y en tetrapléjicos a miembros superiores e inferiores para evitar retracción de hombro y depresión de escápula.
Movilizaciones pasivas.
Importante a tener en cuenta que en el tetrapléjico no pasaremos de 90º de flexión y abducción del hombro y en parapléjicos con lesión por debajo de D10 la flexión de cadera se hará con la rodilla flexionada sin pasar de 90º, en ambos casos tenemos como objetivo no mover el foco de la fractura.
Movilizaciones activo-resistidas.
En tetrapléjicos se potenciará los miembros superiores con resistencia manual y con técnica de facilitación neuromuscular propioceptiva.
En parapléjico potenciará los miembros superiores con pesas o gomas.
Fisioterapia respiratoria.
Tiene mucha importancia en el paciente tetrapléjico ya que ha perdido la inervación de los músculos intercostales y abdominales.
El objetivo principal es el mayor grado de ventilación posible.
Eliminación de secreciones de las vías respiratorias.
Enseñar a toser de manera eficaz.
Potencial la musculatura de diafragma, trapecios, escalenos…
Tratamiento en gimnasio
Fase de plano inclinado
Durará unos 8-15 días en parapléjicos y entre 15-20 días en tetrapléjicos. La verticalización será progresiva y su duración dependerá de la tolerancia del paciente.
En esta posición se trabajará fisioterapia respiratoria, movilizaciones pasivas de la musculatura infralesional y movilizaciones activas y resistidas de la musculatura supralesional.
Fase de sedestación
Depende del nivel de la lesión tendremos más o menos facilidad para conseguirlo.
C4 no conseguirá la sedestación independiente.
C5, C6 será inestable.
C7 podrá conseguir una correcta sedestación.
Empezaremos con ejercicios en la camilla de tratamiento y frente a un espejo para que controle la correcta posición. Cuando la sedestación en camilla esté controlada, pasaremos a la sedestación en colchoneta o mesa ancha de tratamiento que también nos permitirá colocar al paciente en diversas posiciones con mayor comodidad para realizar los ejercicios.
Cuadrupedia.
Es en la mesa ancha de tratamiento donde empezaremos a trabajar la cuadrupedia con el paciente. Esta nos servirá para que el paciente adquiera mucho más control de su cintura pélvica y sea más fácil tanto sus transferencias de lugar (silla de ruedas-camilla, por ejemplo) como su puesta en marcha.
Control de la silla de ruedas.
Empezaremos trabajando su postura en la silla así como diferentes maniobras y movilizaciones que el paciente tendrá que realizar sobre sí mismo con el objetivo de conseguir una total independencia y una postura adecuada.
De forma progresiva, el paciente irá cogiendo soltura con la silla. Podrá ponerla en dos ruedas, coger objetos del suelo, bajar rampas o practicar distintos deportes.
Bipedestación.
Al iniciar esta fase, es muy importante que el paciente tenga un buen equilibrio en sedestación, haya una buena flexibilización del tronco, no haya limitaciones articulares y tenga un buen entrenamiento de la musculatura supralesional.
Es importante también la utilización de ortesis (variarán según el nivel de la lesión).
El simplemente hecho de mantenerse en bipedestación conseguirá numerosos beneficios en el paciente como puede ser la reducción de espasticidad, la función renal y el tránsito intestinal, la circulación sanguínea y sobre todo mejora el estado general y psíquico.
Reeducación de la marcha.
Para iniciar la reeducación de la marcha, es imprescindible que el paciente tenga un buen equilibrio en bipedestación, buena flexibilidad y elasticidad del tronco, buen entrenamiento de la musculatura supralesional, circulación sanguínea estable, que no tenga úlcera por presión ni lesiones del aparato locomotor y que el nivel de la lesión y la predisposición del paciente lo permitan.
Empezaremos a trabajar ejercicios en paralelas, luego fuera de ellas pero con bastones o andador.
Marcha pendular corta. Es una marcha lenta e insegura, utilizada en parapléjicos dorsales altos.
Marcha pendular larga. Es una marcha más rápida, la base de apoyo es más amplia y se utiliza en parapléjicos dorsales bajos y lumbares altos.
TRATAMIENTO PARA EL SÍNDROME DE CAUDA EQUINA
Un paciente con síndrome de cauda equina, generalmente, requiere una descompresión quirúrgica de emergencia lo más rápidamente posible. El objetivo es reducir o eliminar la presión sobre el nervio. Aunque no hay un estudio clínico que lo confirme sin dejar dudas, lo cirujanos suelen recomendar la cirugía realizada dentro de las 24 a 48 horas, ya que es cuando se obtienen los mejores resultados para reestablecer la función muscular, así como del funcionamiento de la vejiga, del intestino y las piernas. En concreto recomiendan la realización de la cirugía para descomprimir los nervios lo antes posible, aproximadamente dentro de las 8 horas del comienzo de los síntomas.
Su pronóstico depende de diferentes factores, incluyendo del grado de lesión producida al nervio y la rapidez con la cual el nervio es descomprimido. Después de la cirugía, el tiempo de la recuperación puede ser variable y es posible que los pacientes sigan teniendo problemas con su vejiga e intestino, a la vez que experimentan algo de dolor y diferentes disfunciones que dependerán de la duración y la gravedad de los síntomas previos a la cirugía.
Dependiendo de la causa, se pueden realizar diferentes tipos de cirugía:
Discectomía: es una técnica de cirugía que es utilizada para el tratamiento de la hernia discal. Se realiza para la extirpación de la porción del disco intervertebral que está comprimiendo los nervios sin extraer material oseo de las vértebras afectadas. El cirujano realiza una incisión en el centro de la espalda, retira los músculos de la columna vertebral a un lado para dejar libre la vértebra. En algunas ocasiones para poder realizar esta técnica es necesario aumentar el agujero de conjunción retirando una pequeña porción de hueso de la lámina vertebral. Por último, la porción del disco roto que comprime los nervios espinales se retira con precaución. La cirugía se puede realizar mediante una incisión más pequeña gracias a la utilización de un microscopio quirúrgico, a esto se le llama microdiscectomía y tiene una gran ventaja sobre la discectomía convencional y es que tiene un plazo de recuperación más rápido.
Descompresión espinal para la estenosis: técnica a través de la cual se eliminan los espolones óseos y ligamentos que comprimen el nervio realizando una pequeña incisión en la parte posterior. El cirujano retira el hueso que forma el techo del canal espinal. Seguidamente, se retiran los tejidos suaves y el hueso aumentando así el espacio para los nervios.
Tras el tratamiento quirúrgico muchos pacientes pueden padecer secuelas como incontinencia, dificultad para caminar o dificultades sexuales.
El tratamiento fisioterapéutico va a cumplir un papel muy importante en este aspecto.
Los objetivos del tratamiento serán en general:
Trabajar la ingesta de líquidos.
Reeducación de suelo pélvico.
Conseguir la relajación de los músculos del suelo pélvico al orinar.
El tratamiento se dividirá en 2 fases:
1ª fase
En la cual se inicia la rehabilitación a través de cinesiterapia, terapia manual, vendaje neuromuscular para la recuperación de movimiento, y ejercicios de estiramiento.
Se utilizarán una serie de técnicas para la propiocepción, como puede ser la electroestimulación muscular, acompañado de ejercicios propioceptivos.
Para una correcta mecánica de la micción se buscará una relajación del suelo pélvico a través de diferentes ejercicios para la respiración diafragmática.
2ª fase
Se comienza a utilizar otras posiciones como la bipedestación y la sedestación. Se incorporan una serie de ejercicios para disminuir la presión sobre el suelo pélvico, aumentar el tono de la faja abdominal como son los ejercicios hipopresivos.
La electroestimulación muscular se comienza a utilizar para ganar tono muscular y resistencia, en vez de para la propiocepción.
Evolución
El avance suele ser significativo, siendo capaz de realizar prácticamente todas las actividades de la vida diaria, si no todas. Recuperación del tacto protopático y de la nocicepción. Los problemas con la incontinencia y las dificultades sexuales suelen desaparecer.